La casa. Arquitectura y materiales de construcción
María Jesús de Pedro Michó
Eva Ripollés Adelantado
Laura Fortea Cervera
2015
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La casa. Arquitectura y
materiales de construcción
María Jesús de Pedro Michó, Eva Ripollés Adelantado, Laura Fortea Cervera
Museu de Prehistòria-SIP
El proceso de sedentarización, iniciado en el Neolítico, tiene
su culminación entre el III y el II milenio a.C., momento en
que la ocupación de las tierras valencianas se intensifica,
surgen nuevos patrones de poblamiento, se generaliza el
enterramiento individual en el ámbito doméstico, se produce una mayor diversificación de las arquitecturas domésticas y aparecen cientos de pequeños poblados que ocupan
laderas y también lugares prominentes de difícil acceso.
Por vez primera, la piedra es el material más utilizado para
la construcción de las viviendas que, por lo general, son de
planta rectangular. Las laderas de los cerros se acondicionan con la construcción de plataformas y terrazas, y los muros y murallas construidas con hiladas sucesivas de piedra
se convierten en testimonio del poblamiento y de la huella
dejada por los grupos humanos sobre el paisaje.
En relación con las nuevas prácticas agrícolas se
documentan estructuras de almacenaje para el cereal,
< Reconstrucción del poblado de la Lloma de Betxí.
Dibujo de Á. Sánchez.
graneros o silos, que aseguran la subsistencia del grupo
mediante un consumo escalonado de la producción y
garantizan la simiente de la cosecha siguiente. Por otra
parte, la ubicación diversificada de los poblados, en ocasiones alejados de los cursos de agua, genera nuevos sistemas de captación y almacenamiento de este importante recurso, como pozos y cisternas, que reflejan, no sólo la
preocupación por el aprovisionamiento de agua, sino un
alto grado de organización social.
Las casas pueden estar formadas por varias habitaciones en las que se desarrollan distintas actividades, tanto domésticas como especializadas. Así, se documentan divisiones internas como tabiques de cañizo,
barro o madera, de frágil consistencia; pavimentos o
plataformas hechos de cantos rodados y pequeñas piedras; bancos o vasares; soportes circulares de barro endurecido; balsas o cubetas enlucidas; hornos con base
de piedras y cubierta abovedada de tierra; pequeños
graneros para el cereal hechos de madera y ramaje, situados a cierta altura para evitar la humedad y favorecer
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Reconstrucción virtual del poblado y del entorno.
Un edificio singular.
Las habitaciones I y II, y el Corredor Oeste.
la ventilación; leñeras; bases de piedra para molinos y
molederas; etc.
Los materiales de construcción utilizados se encuentran, generalmente, en las proximidades de los asentamientos: la piedra para el alzado de los muros, enlosados o empedrados; la tierra para la traba de muros, suelos, revocos y enlucidos; y la madera y otros elementos de
origen vegetal para las vigas, los postes y el armazón de
la techumbre.
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La Lloma de Betxí muestra en su organización un
correcto dominio de las técnicas constructivas en piedra
y barro, y una excelente adecuación a la topografía del cerro. Prueba de ello son la construcción de bancales, terrazas, espacios de vivienda y cisternas realizados con muros
de piedras y tierra (de Pedro, 1998).
En la parte superior del cerro, directamente sobre
el suelo original de la montaña, se sitúa la más antigua
construcción, aprovechando una plataforma natural de
aproximadamente 50 x 20 m, orientada de norte a sur.
Se trata de una gran vivienda o edificación de planta rectangular, de 34 x 10 m, que está dividida en dos grandes
departamentos o habitaciones separados por un muro, y
una estancia alargada que forma un corredor o pasillo al
oeste de dichas habitaciones.
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Por su parte, el Corredor Oeste mide 2 m de anchura y su longitud supera los 30 m. El acceso desde el
exterior se realiza por una puerta situada en el extremo
sur del pasillo, abierta a la ladera meridional del poblado. Allí, una rampa de piedra y tierra de 1 m de anchura,
limitada por terrazas o bancales, asciende en zigzag desde la parte baja del cerro. Su extremo norte se abre a un
espacio poco definido por medio de una rampa o de escalones. En cuanto a la comunicación con los otros dos
departamentos, se desconoce su ubicación exacta en el
muro meridional de la Habitación I.
En el interior del edificio, la presencia de una serie
de piedras planas de forma cuadrangular de unos 40 cm
de lado, alineadas en dos hileras paralelas a los muros y
entre sí, se interpreta como base de los postes que sustentaron la techumbre que debió ser plana, como una
construcción en terraza, o con una suave inclinación. La
madera carbonizada hallada sobre el suelo de ocupación,
Pinus halepensis y Quercus ilex, facilita esta interpretación.
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
Sus muros son de piedra de 1 m de anchura, de
aparejo irregular de mediano tamaño, sin carear y trabado con tierra. Su disposición es descuidada en el interior y
más cuidada en el exterior, con piedras de mayor tamaño,
ligeramente desbastadas y colocadas de forma ordenada.
A lo largo de su perímetro los muros están revestidos por
un enlucido o revoque hecho con la misma tierra de trabazón; conservan alturas superiores a 1 m, llegando a superar los 2,50 m en el extremo norte de la edificación, y debieron ser en su totalidad de piedra, con pequeñas ventanas
de iluminación o ventilación que se situarían a gran altura.
Una puerta de 1 m de ancho, abierta en el muro medianero existente entre ambas habitaciones, comunica los dos
grandes departamentos, mientras que el acceso desde el
exterior se realiza por otra puerta, de 1,50 m de anchura,
abierta en el muro oriental de la casa y que da salida a una
gran terraza en la ladera este. De sur a norte, la primera de
las habitaciones mide 14 m de longitud y 5-6 m de anchura, y la segunda 17 m de longitud y 4-5 m de anchura.
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Muros enlucidos de las habitaciones I y II
y suelo de ocupación quemado.
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Los pinos son la especie más abundante y su distribución
sobre el suelo es heterogénea y desordenada, mezclados
con los restos de mortero de tierra o tapial procedentes
de la techumbre de la que formaban parte, mientras las
carrascas se asocian a las dos series longitudinales de
piedras planas. Las improntas que cañas y ramajes han
dejado en los fragmentos de tapial, junto con los restos de
pinos, indican que ésta constaba de un armazón de vigas
y traveseras de troncos de pino sin escuadrar, entrecruzados y unidos mediante cuerdas de esparto, recubierto
por otro más ligero de cañas y ramaje (lentisco, acebuche,
esparto, aliagas, etc.) sobre el que se extendería un lecho
de tierra arcillosa que impermeabilizaría la cubierta. La
techumbre descansaba sobre las dos hileras de postes de
carrascas, más resistentes y de mayor diámetro que los
pinos, y sobre los muros.
El volumen de la sedimentación depositada entre las paredes, básicamente piedras y mortero de tierra,
y la altura conservada por éstas permiten restituir un alzado total de entre 4 y 6 m. La edificación descansa, sin
ningún tipo de cimentación o preparación previa, sobre
el suelo natural de la montaña y no existen evidencias
de construcción anteriores. En su interior, tal y como se
detalla en el siguiente capítulo, diversas estructuras se
relacionan con las actividades desarrolladas: un banco
adosado al muro E de la Habitación I y diferentes muretes de tierra interpretados como soportes o vasares
para recipientes cerámicos; dos hornos de tierra con armazón de lajas y cubierta abovedada; pequeños hoyos
para contener cereal; una plataforma hecha de cantos
rodados; una leñera y restos de madera procedente de
estructuras caídas, como altillos o estantes. El ajuar doméstico compuesto por más de 150 vasos cerámicos,
industria lítica y ósea, objetos metálicos y elementos
de adorno, muestra igualmente distintas áreas de actividad, como una zona de almacenaje, con gran parte
de la vajilla cerámica y del cereal recuperado; un área
de molienda con molinos y molederas; un conjunto de
piezas de telar que indica una actividad textil, y restos
de esparto trenzado, testimonio del trabajo de cestería.
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El Corredor Oeste, una vez finalizada su excavación.
Acceso al Corredor Oeste desde el sur. Detalle de la piedra del quicio.
En el extremo septentrional de la plataforma,
correspondiendo a su cota más baja, se encuentra otra
gran edificación separada de la anterior por un espacio
de 4 m de anchura que no ha sido excavado y que parece corresponder a una construcción maciza, quizás
una rampa escalonada al final del Corredor Oeste. Es la
Habitación III, de 8 x 10 m, de planta aproximadamente
circular o absidal con muros de aparejo irregular de mediano y pequeño tamaño, trabado con tierra, con una anchura de 1 m y recubiertos por enlucido. Sobre el suelo,
de tierra apisonada y quemado por la acción del fuego,
algunas piedras grandes y planas se interpretan como
base de los postes que sostenían la techumbre, mientras
otros restos se identifican con muretes o estructuras de
tierra endurecida para soporte de vasos cerámicos. En la
parte más meridional, un banco delimitado por un muro
de piedras de gran tamaño anuncia la proximidad de la
pared que cerraría la estructura por este lado. El suelo
descansa sobre una preparación de piedras y tierra amarilla, por encima de una capa de sedimento gris ceniciento con abundantes restos de fauna y cerámica a modo de
nivelación sobre la roca.
Las cisternas
Objetos de piedra como martillos, molederas y cantos
de cuarcita se disponen junto a una pared y un conjunto de dientes de hoz junto al muro del pasillo lateral.
Destaca la ausencia de restos de fauna y de hogares, por
lo que cabe suponer que las habitaciones se limpiaban
con regularidad.
En estrecha relación con la gran edificación se encuentra la cisterna aparecida en la ladera sur, adosada a
la Habitación I en su extremo meridional. Es de planta oval
construida básicamente de tierra rojiza y utilizando la pie-
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
La Habitación III
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Suelo de ocupación de la Habitación II, cerámica quemada y
fragmentada y molino adosado al muro occidental.
Agujeros de poste sobre el suelo de la Habitación III.
dra únicamente como armazón interno. La construcción se
adapta a las irregularidades tanto del muro como del suelo
rocoso, y está revestida por una gruesa capa de arcilla gris
que sirvió como revestimiento impermeable. Su función
como cisterna o aljibe está confirmada por los análisis sedimentológicos realizados y su datación es contemporánea a
la de la vivienda contigua. Su capacidad, atendiendo a su
perímetro y a su profundidad, era de 5,25 m3, por lo que se
trata de un pequeño aprovisionamiento de agua destinado
a cubrir las necesidades mínimas del grupo, recogiendo el
agua de la cubierta de la Habitación I. Al parecer, la cisterna estaba situada en una especie de porche o terraza delimitada por un muro de piedra, junto al camino que sube
desde el sur, y a la que se accede desde el Corredor Oeste.
En el extremo opuesto del poblado, junto a la puerta de entrada a la casa, se encuentra otra cisterna también
de planta oval, de dimensiones más reducidas pero de mayor profundidad, con una capacidad de 5,70 m3. Situada
en la ladera oriental, en una posición bastante elevada
respecto al suelo de la edificación, podría estar asociada a la Habitación III o a la plataforma maciza existente
al final del Corredor Oeste. Está construida con piedras
de mediano y pequeño tamaño trabadas con tierra y dispuestas en hiladas que se superponen en talud para dar
amplitud a la parte superior. El revestimiento de arcilla de
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Las terrazas
La parte superior del cerro fue la zona del poblado que se ocupó inicialmente con la edificación de las
dos grandes habitaciones y del corredor, para lo cual se
acondicionaron previamente las laderas con la construcción de un gran muro en talud que recorre todo el flanco
oeste del cerro y de una serie de terrazas en el lado este
que amplían el área de circulación. Una remodelación de
dicho espacio origina, posteriormente, la construcción de
la Habitación III y de todo un sistema de aterrazamientos
en la ladera, realizado con grandes muros ataludados que
crean plataformas y modifican sustancialmente el perfil
original de la pequeña montaña cuya extensión total se
calcula alrededor de 3.750 m2.
En torno a las construcciones de la parte superior,
las terrazas corresponden fundamentalmente a espacios
abiertos, sin que se hayan observado estructuras de habitación en ellas. Los muros siguen en su trazado las curvas
de nivel del cerro escalonándose en la pendiente mediante una disposición ataludada de su paramento.
Cisterna localizada en la ladera meridional, junto a la Habitación I.
Cisterna localizada entre las habitaciones II y III, junto a la ladera
oriental.
En las últimas campañas de excavación se han
identificado nuevas construcciones en terraza, así como
un camino empedrado con cantos rodados que asciende desde la parte media de la ladera oriental. Junto a la
puerta de la casa, las plataformas están señaladas por
muros de piedra de disposición ataludada no muy cuidada, dejando su cara externa visible y rellenando con
tierra el interior hasta nivelar y crear espacios planos. La
zona parece corresponder a un basurero donde se han
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
las paredes es de gran espesor y recubre igualmente la
base de la estructura que se encaja directamente sobre el
suelo natural de la montaña. Su datación debe ser posterior a la construcción de la vivienda aunque contemporánea a su uso.
Es de suponer que ambas cisternas estarían cubiertas con tablones de madera para conservar el agua limpia.
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Sector Oeste: muro en talud y muro del Corredor.
recuperado numerosos restos de fauna y cerámica muy
fragmentada, abundantes cuentas de collar, bellotas carbonizadas y restos de estructuras de tierra enlucidas. En
el mismo sector se ha localizado una fosa circular de 1
m de diámetro, excavada en el conglomerado de base
de la montaña, que se encontraba prácticamente vacía.
Otras instalaciones en el extremo sudeste corresponden,
al menos, a dos pequeños departamentos de planta cuadrangular, adosados a la Habitación I; y a una pequeña
cubeta o balsa de planta aproximadamente rectangular,
realizada con muretes de tierra enlucidos.
En la misma ladera oriental se excavó un enterramiento humano en posición secundaria de un individuo
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Sector Este: muro oriental de las habitaciones I y II,
empedrado de cantos rodados en la ladera y muros en talud
de las terrazas.
senil, junto al cual se encontraba el esqueleto de un perro
en posición primaria. Y en el sector occidental, en la base
del gran muro ataludado que cierra la edificación, otro
enterramiento humano en posición primaria, orientado
en sentido este-oeste, con piernas y brazos flexionados y
la cabeza vuelta hacia el norte, sin ajuar, delimitado por
una especie de estructura de piedras de forma circular.
Cronología
En resumen, se trata de un pequeño poblado cuyas construcciones de vivienda se encuentran en la parte
superior del cerro. Las terrazas escalonadas en las laderas,
que conforman zonas de paso y circulación, y los puntos
de aprovisionamiento de agua, como las cisternas, completan la descripción. Su secuencia cultural comprende
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DATA BP
3.565±55
3.725±60
3.645±65
3.505±55
3.440±70
3.460±80
3.640±70
3.500±60
3.650±40
3650±40
3400±40
3570±40
CAL BC 2σ
CAL BC DIRECTA
2.034-1.743
1913
2.289-1.936
2.153
2.147-1.873
2.034
1.946-1.682
1.861/1.848/1.846
1.870-1.830 / 1.780-1660 1.735
1.885-1.670
1.750
2.120-2.080 / 2.050-1.900 1.975
1.900-1.740
1.865, 1.835, 1.780
2.140-1.910
2.020 (AMS)
2140-1910
2.020
1760-1610
1690
2030-1770
TIPO MUESTRA
Pinus halepensis, techo Hab I-II
Pinus halepensis, techo Hab I-II
Pinus halepensis, carbón disperso I-II
Pinus halepensis, carbón disperso I-II
Cereal, suelo de ocupación Hab I-II
Cereal, suelo de ocupación Hab I-II
Cereal, preparación suelo Hab III
Pinus halepensis, techo Hab III
Bellotas, Ext. Hab I-II
Hueso humano, Sector Este
Hueso humano, Sector Oeste
Cereal, suelo de ocupación Hab III
Cuadro cronológico con las dataciones absolutas del yacimiento.
el Bronce Antiguo y Pleno de acuerdo con las dataciones
absolutas de que disponemos.
Las muestras de madera carbonizada procedentes de la cubierta y de carbones dispersos, todas ellas
de pino, permiten datar la construcción del edificio en
los inicios del II milenio a.C. Y su destrucción en torno al
1600-1500 a.C. de acuerdo con dos muestras de cereal
carbonizado hallado sobre el suelo de las habitaciones
I y II. En cuanto a la Habitación III, la fecha previa a su
construcción, en torno al 1900 a.C., procede de la limpieza de suelos existentes con anterioridad, de las habitaciones próximas, y la datación de la madera utilizada en
Departamento adosado a la Habitación I en la ladera oriental.
la construcción de su techumbre se sitúa hacia el 16001500 a.C. Desconocemos el momento de su destrucción
que consideramos posterior a las otras habitaciones basándonos en su cultura material y en aspectos técnicos
de su construcción.
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
LABORATORIO
Ly - 5052
Ly - 5053
Ly - 5054
Ly - 5055
Beta 123553
Beta 123554
Beta 123555
Beta 135698
Beta 164645
Beta 195317
Beta 195318
Beta 298123
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La casa. Arquitectura y
materiales de construcción
María Jesús de Pedro Michó, Eva Ripollés Adelantado, Laura Fortea Cervera
Museu de Prehistòria-SIP
El proceso de sedentarización, iniciado en el Neolítico, tiene
su culminación entre el III y el II milenio a.C., momento en
que la ocupación de las tierras valencianas se intensifica,
surgen nuevos patrones de poblamiento, se generaliza el
enterramiento individual en el ámbito doméstico, se produce una mayor diversificación de las arquitecturas domésticas y aparecen cientos de pequeños poblados que ocupan
laderas y también lugares prominentes de difícil acceso.
Por vez primera, la piedra es el material más utilizado para
la construcción de las viviendas que, por lo general, son de
planta rectangular. Las laderas de los cerros se acondicionan con la construcción de plataformas y terrazas, y los muros y murallas construidas con hiladas sucesivas de piedra
se convierten en testimonio del poblamiento y de la huella
dejada por los grupos humanos sobre el paisaje.
En relación con las nuevas prácticas agrícolas se
documentan estructuras de almacenaje para el cereal,
< Reconstrucción del poblado de la Lloma de Betxí.
Dibujo de Á. Sánchez.
graneros o silos, que aseguran la subsistencia del grupo
mediante un consumo escalonado de la producción y
garantizan la simiente de la cosecha siguiente. Por otra
parte, la ubicación diversificada de los poblados, en ocasiones alejados de los cursos de agua, genera nuevos sistemas de captación y almacenamiento de este importante recurso, como pozos y cisternas, que reflejan, no sólo la
preocupación por el aprovisionamiento de agua, sino un
alto grado de organización social.
Las casas pueden estar formadas por varias habitaciones en las que se desarrollan distintas actividades, tanto domésticas como especializadas. Así, se documentan divisiones internas como tabiques de cañizo,
barro o madera, de frágil consistencia; pavimentos o
plataformas hechos de cantos rodados y pequeñas piedras; bancos o vasares; soportes circulares de barro endurecido; balsas o cubetas enlucidas; hornos con base
de piedras y cubierta abovedada de tierra; pequeños
graneros para el cereal hechos de madera y ramaje, situados a cierta altura para evitar la humedad y favorecer
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Reconstrucción virtual del poblado y del entorno.
Un edificio singular.
Las habitaciones I y II, y el Corredor Oeste.
la ventilación; leñeras; bases de piedra para molinos y
molederas; etc.
Los materiales de construcción utilizados se encuentran, generalmente, en las proximidades de los asentamientos: la piedra para el alzado de los muros, enlosados o empedrados; la tierra para la traba de muros, suelos, revocos y enlucidos; y la madera y otros elementos de
origen vegetal para las vigas, los postes y el armazón de
la techumbre.
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La Lloma de Betxí muestra en su organización un
correcto dominio de las técnicas constructivas en piedra
y barro, y una excelente adecuación a la topografía del cerro. Prueba de ello son la construcción de bancales, terrazas, espacios de vivienda y cisternas realizados con muros
de piedras y tierra (de Pedro, 1998).
En la parte superior del cerro, directamente sobre
el suelo original de la montaña, se sitúa la más antigua
construcción, aprovechando una plataforma natural de
aproximadamente 50 x 20 m, orientada de norte a sur.
Se trata de una gran vivienda o edificación de planta rectangular, de 34 x 10 m, que está dividida en dos grandes
departamentos o habitaciones separados por un muro, y
una estancia alargada que forma un corredor o pasillo al
oeste de dichas habitaciones.
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Por su parte, el Corredor Oeste mide 2 m de anchura y su longitud supera los 30 m. El acceso desde el
exterior se realiza por una puerta situada en el extremo
sur del pasillo, abierta a la ladera meridional del poblado. Allí, una rampa de piedra y tierra de 1 m de anchura,
limitada por terrazas o bancales, asciende en zigzag desde la parte baja del cerro. Su extremo norte se abre a un
espacio poco definido por medio de una rampa o de escalones. En cuanto a la comunicación con los otros dos
departamentos, se desconoce su ubicación exacta en el
muro meridional de la Habitación I.
En el interior del edificio, la presencia de una serie
de piedras planas de forma cuadrangular de unos 40 cm
de lado, alineadas en dos hileras paralelas a los muros y
entre sí, se interpreta como base de los postes que sustentaron la techumbre que debió ser plana, como una
construcción en terraza, o con una suave inclinación. La
madera carbonizada hallada sobre el suelo de ocupación,
Pinus halepensis y Quercus ilex, facilita esta interpretación.
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
Sus muros son de piedra de 1 m de anchura, de
aparejo irregular de mediano tamaño, sin carear y trabado con tierra. Su disposición es descuidada en el interior y
más cuidada en el exterior, con piedras de mayor tamaño,
ligeramente desbastadas y colocadas de forma ordenada.
A lo largo de su perímetro los muros están revestidos por
un enlucido o revoque hecho con la misma tierra de trabazón; conservan alturas superiores a 1 m, llegando a superar los 2,50 m en el extremo norte de la edificación, y debieron ser en su totalidad de piedra, con pequeñas ventanas
de iluminación o ventilación que se situarían a gran altura.
Una puerta de 1 m de ancho, abierta en el muro medianero existente entre ambas habitaciones, comunica los dos
grandes departamentos, mientras que el acceso desde el
exterior se realiza por otra puerta, de 1,50 m de anchura,
abierta en el muro oriental de la casa y que da salida a una
gran terraza en la ladera este. De sur a norte, la primera de
las habitaciones mide 14 m de longitud y 5-6 m de anchura, y la segunda 17 m de longitud y 4-5 m de anchura.
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Muros enlucidos de las habitaciones I y II
y suelo de ocupación quemado.
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Los pinos son la especie más abundante y su distribución
sobre el suelo es heterogénea y desordenada, mezclados
con los restos de mortero de tierra o tapial procedentes
de la techumbre de la que formaban parte, mientras las
carrascas se asocian a las dos series longitudinales de
piedras planas. Las improntas que cañas y ramajes han
dejado en los fragmentos de tapial, junto con los restos de
pinos, indican que ésta constaba de un armazón de vigas
y traveseras de troncos de pino sin escuadrar, entrecruzados y unidos mediante cuerdas de esparto, recubierto
por otro más ligero de cañas y ramaje (lentisco, acebuche,
esparto, aliagas, etc.) sobre el que se extendería un lecho
de tierra arcillosa que impermeabilizaría la cubierta. La
techumbre descansaba sobre las dos hileras de postes de
carrascas, más resistentes y de mayor diámetro que los
pinos, y sobre los muros.
El volumen de la sedimentación depositada entre las paredes, básicamente piedras y mortero de tierra,
y la altura conservada por éstas permiten restituir un alzado total de entre 4 y 6 m. La edificación descansa, sin
ningún tipo de cimentación o preparación previa, sobre
el suelo natural de la montaña y no existen evidencias
de construcción anteriores. En su interior, tal y como se
detalla en el siguiente capítulo, diversas estructuras se
relacionan con las actividades desarrolladas: un banco
adosado al muro E de la Habitación I y diferentes muretes de tierra interpretados como soportes o vasares
para recipientes cerámicos; dos hornos de tierra con armazón de lajas y cubierta abovedada; pequeños hoyos
para contener cereal; una plataforma hecha de cantos
rodados; una leñera y restos de madera procedente de
estructuras caídas, como altillos o estantes. El ajuar doméstico compuesto por más de 150 vasos cerámicos,
industria lítica y ósea, objetos metálicos y elementos
de adorno, muestra igualmente distintas áreas de actividad, como una zona de almacenaje, con gran parte
de la vajilla cerámica y del cereal recuperado; un área
de molienda con molinos y molederas; un conjunto de
piezas de telar que indica una actividad textil, y restos
de esparto trenzado, testimonio del trabajo de cestería.
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El Corredor Oeste, una vez finalizada su excavación.
Acceso al Corredor Oeste desde el sur. Detalle de la piedra del quicio.
En el extremo septentrional de la plataforma,
correspondiendo a su cota más baja, se encuentra otra
gran edificación separada de la anterior por un espacio
de 4 m de anchura que no ha sido excavado y que parece corresponder a una construcción maciza, quizás
una rampa escalonada al final del Corredor Oeste. Es la
Habitación III, de 8 x 10 m, de planta aproximadamente
circular o absidal con muros de aparejo irregular de mediano y pequeño tamaño, trabado con tierra, con una anchura de 1 m y recubiertos por enlucido. Sobre el suelo,
de tierra apisonada y quemado por la acción del fuego,
algunas piedras grandes y planas se interpretan como
base de los postes que sostenían la techumbre, mientras
otros restos se identifican con muretes o estructuras de
tierra endurecida para soporte de vasos cerámicos. En la
parte más meridional, un banco delimitado por un muro
de piedras de gran tamaño anuncia la proximidad de la
pared que cerraría la estructura por este lado. El suelo
descansa sobre una preparación de piedras y tierra amarilla, por encima de una capa de sedimento gris ceniciento con abundantes restos de fauna y cerámica a modo de
nivelación sobre la roca.
Las cisternas
Objetos de piedra como martillos, molederas y cantos
de cuarcita se disponen junto a una pared y un conjunto de dientes de hoz junto al muro del pasillo lateral.
Destaca la ausencia de restos de fauna y de hogares, por
lo que cabe suponer que las habitaciones se limpiaban
con regularidad.
En estrecha relación con la gran edificación se encuentra la cisterna aparecida en la ladera sur, adosada a
la Habitación I en su extremo meridional. Es de planta oval
construida básicamente de tierra rojiza y utilizando la pie-
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
La Habitación III
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Suelo de ocupación de la Habitación II, cerámica quemada y
fragmentada y molino adosado al muro occidental.
Agujeros de poste sobre el suelo de la Habitación III.
dra únicamente como armazón interno. La construcción se
adapta a las irregularidades tanto del muro como del suelo
rocoso, y está revestida por una gruesa capa de arcilla gris
que sirvió como revestimiento impermeable. Su función
como cisterna o aljibe está confirmada por los análisis sedimentológicos realizados y su datación es contemporánea a
la de la vivienda contigua. Su capacidad, atendiendo a su
perímetro y a su profundidad, era de 5,25 m3, por lo que se
trata de un pequeño aprovisionamiento de agua destinado
a cubrir las necesidades mínimas del grupo, recogiendo el
agua de la cubierta de la Habitación I. Al parecer, la cisterna estaba situada en una especie de porche o terraza delimitada por un muro de piedra, junto al camino que sube
desde el sur, y a la que se accede desde el Corredor Oeste.
En el extremo opuesto del poblado, junto a la puerta de entrada a la casa, se encuentra otra cisterna también
de planta oval, de dimensiones más reducidas pero de mayor profundidad, con una capacidad de 5,70 m3. Situada
en la ladera oriental, en una posición bastante elevada
respecto al suelo de la edificación, podría estar asociada a la Habitación III o a la plataforma maciza existente
al final del Corredor Oeste. Está construida con piedras
de mediano y pequeño tamaño trabadas con tierra y dispuestas en hiladas que se superponen en talud para dar
amplitud a la parte superior. El revestimiento de arcilla de
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Las terrazas
La parte superior del cerro fue la zona del poblado que se ocupó inicialmente con la edificación de las
dos grandes habitaciones y del corredor, para lo cual se
acondicionaron previamente las laderas con la construcción de un gran muro en talud que recorre todo el flanco
oeste del cerro y de una serie de terrazas en el lado este
que amplían el área de circulación. Una remodelación de
dicho espacio origina, posteriormente, la construcción de
la Habitación III y de todo un sistema de aterrazamientos
en la ladera, realizado con grandes muros ataludados que
crean plataformas y modifican sustancialmente el perfil
original de la pequeña montaña cuya extensión total se
calcula alrededor de 3.750 m2.
En torno a las construcciones de la parte superior,
las terrazas corresponden fundamentalmente a espacios
abiertos, sin que se hayan observado estructuras de habitación en ellas. Los muros siguen en su trazado las curvas
de nivel del cerro escalonándose en la pendiente mediante una disposición ataludada de su paramento.
Cisterna localizada en la ladera meridional, junto a la Habitación I.
Cisterna localizada entre las habitaciones II y III, junto a la ladera
oriental.
En las últimas campañas de excavación se han
identificado nuevas construcciones en terraza, así como
un camino empedrado con cantos rodados que asciende desde la parte media de la ladera oriental. Junto a la
puerta de la casa, las plataformas están señaladas por
muros de piedra de disposición ataludada no muy cuidada, dejando su cara externa visible y rellenando con
tierra el interior hasta nivelar y crear espacios planos. La
zona parece corresponder a un basurero donde se han
La casa. Arquitectura y materiales de construcción. Mª J. de Pedro, E. Ripollés, L. Fortea
las paredes es de gran espesor y recubre igualmente la
base de la estructura que se encaja directamente sobre el
suelo natural de la montaña. Su datación debe ser posterior a la construcción de la vivienda aunque contemporánea a su uso.
Es de suponer que ambas cisternas estarían cubiertas con tablones de madera para conservar el agua limpia.
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Sector Oeste: muro en talud y muro del Corredor.
recuperado numerosos restos de fauna y cerámica muy
fragmentada, abundantes cuentas de collar, bellotas carbonizadas y restos de estructuras de tierra enlucidas. En
el mismo sector se ha localizado una fosa circular de 1
m de diámetro, excavada en el conglomerado de base
de la montaña, que se encontraba prácticamente vacía.
Otras instalaciones en el extremo sudeste corresponden,
al menos, a dos pequeños departamentos de planta cuadrangular, adosados a la Habitación I; y a una pequeña
cubeta o balsa de planta aproximadamente rectangular,
realizada con muretes de tierra enlucidos.
En la misma ladera oriental se excavó un enterramiento humano en posición secundaria de un individuo
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Sector Este: muro oriental de las habitaciones I y II,
empedrado de cantos rodados en la ladera y muros en talud
de las terrazas.
senil, junto al cual se encontraba el esqueleto de un perro
en posición primaria. Y en el sector occidental, en la base
del gran muro ataludado que cierra la edificación, otro
enterramiento humano en posición primaria, orientado
en sentido este-oeste, con piernas y brazos flexionados y
la cabeza vuelta hacia el norte, sin ajuar, delimitado por
una especie de estructura de piedras de forma circular.
Cronología
En resumen, se trata de un pequeño poblado cuyas construcciones de vivienda se encuentran en la parte
superior del cerro. Las terrazas escalonadas en las laderas,
que conforman zonas de paso y circulación, y los puntos
de aprovisionamiento de agua, como las cisternas, completan la descripción. Su secuencia cultural comprende
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DATA BP
3.565±55
3.725±60
3.645±65
3.505±55
3.440±70
3.460±80
3.640±70
3.500±60
3.650±40
3650±40
3400±40
3570±40
CAL BC 2σ
CAL BC DIRECTA
2.034-1.743
1913
2.289-1.936
2.153
2.147-1.873
2.034
1.946-1.682
1.861/1.848/1.846
1.870-1.830 / 1.780-1660 1.735
1.885-1.670
1.750
2.120-2.080 / 2.050-1.900 1.975
1.900-1.740
1.865, 1.835, 1.780
2.140-1.910
2.020 (AMS)
2140-1910
2.020
1760-1610
1690
2030-1770
TIPO MUESTRA
Pinus halepensis, techo Hab I-II
Pinus halepensis, techo Hab I-II
Pinus halepensis, carbón disperso I-II
Pinus halepensis, carbón disperso I-II
Cereal, suelo de ocupación Hab I-II
Cereal, suelo de ocupación Hab I-II
Cereal, preparación suelo Hab III
Pinus halepensis, techo Hab III
Bellotas, Ext. Hab I-II
Hueso humano, Sector Este
Hueso humano, Sector Oeste
Cereal, suelo de ocupación Hab III
Cuadro cronológico con las dataciones absolutas del yacimiento.
el Bronce Antiguo y Pleno de acuerdo con las dataciones
absolutas de que disponemos.
Las muestras de madera carbonizada procedentes de la cubierta y de carbones dispersos, todas ellas
de pino, permiten datar la construcción del edificio en
los inicios del II milenio a.C. Y su destrucción en torno al
1600-1500 a.C. de acuerdo con dos muestras de cereal
carbonizado hallado sobre el suelo de las habitaciones
I y II. En cuanto a la Habitación III, la fecha previa a su
construcción, en torno al 1900 a.C., procede de la limpieza de suelos existentes con anterioridad, de las habitaciones próximas, y la datación de la madera utilizada en
Departamento adosado a la Habitación I en la ladera oriental.
la construcción de su techumbre se sitúa hacia el 16001500 a.C. Desconocemos el momento de su destrucción
que consideramos posterior a las otras habitaciones basándonos en su cultura material y en aspectos técnicos
de su construcción.
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LABORATORIO
Ly - 5052
Ly - 5053
Ly - 5054
Ly - 5055
Beta 123553
Beta 123554
Beta 123555
Beta 135698
Beta 164645
Beta 195317
Beta 195318
Beta 298123
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